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Selección de bares de cócteles en Burdeos

En los últimos años, los cócteles han regresado. Ya no más prohibición americana o bebidas de mala calidad de los 80. Hoy en día los cócteles son un arte e incluso tiene un nombre: la mixología. En Burdeos, como en todas partes, los bares de cócteles se han convertido en bares de moda. Aquí hay una selección.

 

El bar de cócteles imperdible: el Point rouge

Cuando se trata de cócteles, el Point Rouge y su menú de 100 recetas es imprescindible. Situado en el antiguo almacén de vinos del Château Descas, el Point Rouge ocupa 550 m2 y tiene un ambiente acogedor, ideal para degustar estas bebidas con sus recetas precisas y rebuscadas. El lugar, que también alberga una de las más bellas bodegas de Burdeos, ha hecho de los cócteles a base de vino su firma. ¿Su especialidad? El Bordeluche: vino tinto, ron, puré de maracuyá, un toque de Marie Brizard y una gota de jarabe de miel.

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El más salvaje: el King Kong Bar

Este bar de cócteles es también un concepto en sí mismo: el King Kong Bar es un lugar con una decoración totalmente vegetal, con una relajada atmósfera "jungla" directamente inspirada en Bali. En medio de las plantas y la espuma, Arnaud, el mezclador jefe, ha hecho del cóctel a medida su especialidad: según los gustos de sus clientes elabora composiciones únicas. En cuanto a los imprescindibles, podemos mencionar el Fû: una mezcla de vodka, sake, licor Yuzu, jugo de limón y jarabe de melocotón. O el Concomber: ginebra Hendrick's, licor Saint-Germain, jugo de limón, jarabe de pepino, bayas rosas y schweppes matcha.

King Kong Bar - Bar à cocktails
©King Kong Bar

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El más acogedor: el Carrelet

El Carrelet es la última incorporación del proyecto Bassins à Flots, que ofrece una gama de cócteles en un ambiente acogedor y amistoso, desde los más clásicos como el mojito o el bloody mary hasta las creaciones más ingeniosas. Entre estos últimos, su best-seller, bautizado como "Vas Y Francky", compuesto por notas de maracuyá, naranja, vainilla y ron. Disponible también como mocktail, es decir, en una versión sin alcohol, el resultado es el "Baby Francky": jugo de manzana, una naranja exprimida, puré de maracuyá, menta y jarabe de vainilla.
 

Le Carrelet - Bar à cocktails
©Le Carrelet Bar

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El más singular: Madame Pang

Con su refinada decoración de inspiración asiática y su ambiente sobrio, el Madame Pang es bien singular: en este bar se come Dim Sum (estos ravioles rellenos de camarones, pato, verduras, etc.) acompañado de elaborados e intrigantes cócteles. ¿Su característica? Cada vez utilizan una fragancia o un ingrediente de origen asiático (una especia, una fruta...), como una de las especialidades locales: el Madam's favorit, un twist de un martini de lichi.

Madame Pang - Bar à cocktails
©Madame Pang 

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El bar de cócteles bistronómico : Symbiose

Conocido por su cocina bistronómica, el Symbiose es también un bar de cócteles. En esta antigua bodega, detrás de un reloj "trompe-l'œil", se esconde un cuarto trasero donde Lucas, el cantinero, prepara cócteles, cada uno más creativo que el anterior. ¿Su best-seller? El zombie gris-gris: ¡jarabe de maracuyá, pimienta de Jamaica, agua de rooibos, limón, extracto de semillas de pomelo, maracuyá, bénédictine, ron ámbar y coñac! Otra particularidad de Symbiose es que se abastece de vegetales y hierbas de su huerto de las Landas en Belin-Beliet.

Symbiose Bar - Bar à cocktails
©Symbiose Bar 

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